Este mes realizamos un experimento en las aulas de 1.º para entender cómo los líquidos que tomamos a diario pueden afectar a nuestros dientes. Para ello, usamos huevos blancos de gallina y diferentes líquidos que suelen ser consumidos de forma habitual por la población: agua, leche, zumo y refresco de cola.
👀 Observación inicial: ¡no todos los huevos son iguales!
Antes de comenzar el experimento, observamos huevos con cáscaras de diferente color. Descubrimos que, además de los blancos y marrones, existen huevos azul verdosos. Estos provienen de una gallina llamada gallina araucana, originaria de Chile y Argentina.
🧪 ¿Por qué usamos huevos?
Aunque parezca extraño, la cáscara del huevo se parece al esmalte de nuestros dientes. Ambos están formados principalmente por calcio y pueden dañarse con sustancias ácidas o azucaradas. Así que, al observar cómo cambian los huevos, podemos imaginar lo que esos líquidos podrían estar haciendo en nuestra boca si no nos lavamos los dientes.
🔍 ¿Qué hicimos?
- Cogimos cuatro huevos blancos y los colocamos cuidadosamente en cuatro vasos diferentes.
- A cada vaso le echamos un líquido que solemos consumir:
- Agua.
- Leche.
- Zumo de naranja.
- Refresco de cola.
- Dejamos los huevos reposar durante 24 horas.
- Pasado ese tiempo, sacamos los huevos y observaron los cambios.
👀 ¿Qué descubrimos?
LLegamos a estas conclusiones:
- 🟤 El refresco de cola mancha la cáscara de huevo porque tiene azúcar y colorantes. Su ácido también la daña. Además, se formó una capa en la superficie del líquido.
- 🍊 El zumo tiñe ligeramente el huevo y deja restos de azúcar pegados.
- 🥛 La leche no daña la cáscara y tiene también calcio.
- 💧 El agua no produce daños visibles en el huevo.
- Cepillarse los dientes después de comer o beber.
- Evitar el exceso de bebidas azucaradas.
- Cuidar nuestra alimentación para tener una sonrisa sana.

No hay comentarios:
Publicar un comentario